Heridos de bala dos 'ultras' de River Plate

Dos 'barrabravas' (hinchas violentos) de River Plate fueron acribillados a balazos y uno de ellos agoniza, informó una fuente hospitalaria. "Uno de los hospitalizados recibió balazos en la cabeza. El pronóstico es malo. Su situación es irreversible. La otra persona fue dada de alta", dijo un portavoz médico del estatal Hospital Pirovano. El hincha en estado grave fue identificado por la policía como Martín Acro, de 29 años, y el que se dio el alta era Osvaldo Matera, de 28 años. Acro recibió dos balazos en la cabeza y uno en un muslo, en tanto que Matera fue herido de bala en la espalda, al ser atacados en una emboscada en una calle del barrio de Villa Urquiza, en el sector norte de la capital, según un reporte policial preliminar. Los atacantes se movilizaban en dos automóviles, según testigos citados por la policía. Uno de los últimos choques entre 'barrabravas' riverplatenses se había producido el 11 de febrero pasado, cuando decenas de ellos se trenzaron en una batalla campal en un sector de recreación del club, en los alrededores del estadio Monumental, con balance de al menos diez heridos de consideración. Otro enfrentamiento armado entre los fanáticos por el control de la 'barrabrava', que porta el grueso de las banderas y los tambores en las tribunas durante los partidos, se había registrado el 6 de mayo pasado frente a una gasolinera, con saldo de dos heridos. Ambos heridos son miembros del grupo violento denominado ‘Los Borrachos del Tablón’, en cuyo seno se viene librando una disputa por el poder mediante atentados con armas, emboscadas y ataques en las canchas donde juega el popular River Plate, con un saldo de decenas de heridos en el último año. Unos 30 'barrabravas' se concentraron el miércoles en un patio interno del hospital a la espera de novedades sobre la suerte de su compañero, sin registrarse incidentes con el personal de seguridad. "Es un hecho policial", se limitó a declarar José María Aguilar, presidente de la entidad 'millonaria'. La violencia es un mal endémico en el fútbol argentino, cuya liga profesional dictó drásticas medidas para los torneos que se iniciaron este mes, como reducir a la mitad la capacidad de las tribunas con público visitante. Desde que murieron los dos primeros hinchas de fútbol por disturbios, en 1939, la cifra acumulada de víctimas mortales se ubica entre 177 y 250, según distintas fuentes e investigadores.