Un derbi sin aficionados del Tenerife

Sin fecha todavía para cerrar el campeonato en el Gran Canaria y ante un Tenerife que ya es de Segunda B, en la UD trabajan para esa cita con la certeza de que se van a ahorrar el tradicional cupo de entradas que siempre ofrece a los seguidores blanquiazules. No vendrá ninguno a Siete Palmas.
Será, con este condicionante, un clásico que hará historia en el fútbol canario y romperá con la tradición del partido paralelo en las gradas. La hinchada blanquiazul ha tenido que soportar una penitencia sin precedentes en los últimos meses y, por la información que se maneja en Pío XII, no se esperan peticiones desde el Heliodoro para dar cabida a sus seguidores en el estadio. «No nos van a pedir localidades, tal y como está la situación, y es más que probable que nos ahorremos, incluso, el cupo mínimo de cortesía», aseguraron con rotundidad a CANARIAS7 fuentes de la entidad.
Aunque, por protocolo, la UD no se va a pronunciar oficialmente en este aspecto hasta que no tenga la notificación del Tenerife, las primeras estimaciones se ajustan al panorama vigente y condicionado por la realidad clasificatoria. La UD tiene dos jornadas por delante, antes del derbi, para certificar su permanencia y, salvo hecatombre, afrontará el pulso provincial sin riesgo de caer en la última plaza aún libre que condena a la Segunda B. Le vale con ganar un partido o, también, que el Salamanca pierda este fin de semana.
Con el equipo de Juan Manuel Rodríguez por encima del bien y del mal y el Tenerife ya abocado al tercer escalón del fútbol nacional, el encuentro presentará un morbo superlativo para los seguidores locales. No así para los simpatizantes blanquiazules, que querrán evitar un trance humillante.