Más de 300 hinchas del Colo Colo fueron detenidos hoy cuando trataban de acercarse al estadio de la Universidad Católica para ver el partido de su equipo, luego de que las autoridades decidieran denegarles el acceso al recinto deportivo para evitar enfrentamientos violentos.
Según informó la Policía, la mayoría de las detenciones se produjeron por interrumpir el tránsito y por oponerse al control de identidad que realizaban los agentes desplegados en las inmediaciones del estadio, situado en el acomodado barrio santiaguino de Las Condes.
Durante los últimos trece años, la Católica no había podido jugar frente a Colo Colo ni la Universidad de Chile en su estadio porque nunca consiguió la autorización de la municipalidad de Las Condes, que argumentaba que los enfrentamientos entre los hinchas radicales de los esos tres equipos causaban molestias a los vecinos del barrio.
Para poder disputar este tipo de encuentros en su cancha, la Católica planteó que el de este domingo se jugara sin la presencia de seguidores del Colo Colo, propuesta que fue denegada por la alcaldía de Las Condes pero que la Intendencia (gobernación) de Santiago sí aceptó.
Las autoridades, sin embargo, instaron al club a vender a seguidores del Colo Colo las entradas sobrantes que no fueran adquiridas por hinchas universitarios.
Pese a las precauciones, muchos seguidores radicales del Colo Colo consiguieron entradas para el partido y trataron de llegar al estadio, aunque la policía les impidió el paso y en algunos casos fueron detenidos porque no llevaban su carné de identidad o "por no seguir las órdenes de la autoridad".
Según informó la Policía, la mayoría de las detenciones se produjeron por interrumpir el tránsito y por oponerse al control de identidad que realizaban los agentes desplegados en las inmediaciones del estadio, situado en el acomodado barrio santiaguino de Las Condes.
Durante los últimos trece años, la Católica no había podido jugar frente a Colo Colo ni la Universidad de Chile en su estadio porque nunca consiguió la autorización de la municipalidad de Las Condes, que argumentaba que los enfrentamientos entre los hinchas radicales de los esos tres equipos causaban molestias a los vecinos del barrio.
Para poder disputar este tipo de encuentros en su cancha, la Católica planteó que el de este domingo se jugara sin la presencia de seguidores del Colo Colo, propuesta que fue denegada por la alcaldía de Las Condes pero que la Intendencia (gobernación) de Santiago sí aceptó.
Las autoridades, sin embargo, instaron al club a vender a seguidores del Colo Colo las entradas sobrantes que no fueran adquiridas por hinchas universitarios.
Pese a las precauciones, muchos seguidores radicales del Colo Colo consiguieron entradas para el partido y trataron de llegar al estadio, aunque la policía les impidió el paso y en algunos casos fueron detenidos porque no llevaban su carné de identidad o "por no seguir las órdenes de la autoridad".
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