Un tributo al hincha albinegro

El redactor de Levante de Castelló, Enrique Ballester, publica el libro «Infrafútbol», un trabajo en el que vuelca sus experiencias y sus reflexiones como aficionado del CD Castellón Una crónica sentimental sobre el equipo «orellut», más allá del balompié

José Luis Perales y su velero llamado Libertad no son conscientes de la responsabilidad que tienen en que exista un libro como «Infrafútbol». Esta canción facilitó que, una noche, se conocieran el redactor de Levante de Castelló, Enrique Ballester, y el editor Emilio Sánchez Mediavilla. Los versos del tema del cantautor conquense fueron la excusa para que estos dos apasionados por el fútbol gestaran el nacimiento de esta obra dedicada al CD Castellón, que ya se puede comprar en las librerías.

Sánchez Mediavilla trabaja en la editorial Libros del KO, que es la responsable de la colección Hooligans Ilustrados, en la que se incluyen títulos tan interesantes como «Grupo Salvaje» sobre el Real Madrid, de Manuel Jabois, «Mi abuela y diez más» de Ander Izaguirre que versa sobre la Real Sociedad o «Una cuestión de fe», que Enric González le dedicó al Espanyol. Por su parte, Ballester es uno de los referentes de la información «orellut», un periodista con alma de literato «beat» cuya vida está unida al CD Castellón. Una mezcla que permitió la escritura de este libro.

Enrique Ballester define los libros de Hooligans Ilustrados como «obras breves, crónicas sentimentales en primera persona que tratan de responder de una manera subjetiva y personal una pregunta principal: ¿por qué amas u odias a tu equipo?». Una respuesta que, en el caso de «Infrafútbol», se desarrolla a lo largo de 130 páginas preñadas de anécdotas, historias y reflexiones sobre la vivencias de Ballester como aficionado albinegro. «El mío creo que tiene más de hooligan que de ilustrado», asegura. 

Pero «Infrafútbol» es una obra que va mucho más allá del balompié. Es un libro de experiencias, una reflexión sobre la vida y eso que llaman hacerse mayor. Ballester asegura que «utiliza al fútbol y al Castellón como excusa para hablar de otras cosas: la infancia, la amistad, las borracheras y las resacas, el amor, la nostalgia, el periodismo, la paternidad o el paso del tiempo».

Su autor define el libro como «muy Enrique Ballester y muy Club Deportivo Castellón». Pero, afirma que no sólo despertará el interés del aficionado albinegro «Intenta que guste o interese también a quienes no sepan quién es Enrique Ballester o no sean del Castellón. Incluso a quienes no les guste o interese el fútbol, si es que existe realmente ese tipo de gente», asegura.

En busca de la felicidad

Escribir un libro sobre el Castellón no es tan sencillo como podría pensarse. De hecho, ser un «orellut» se ha convertido en algo similar a una penitencia. Ver un partido en Castalia, en los últimos años, es casi más un castigo que una ilusión. «El libro medita también sobre el hecho de ser albinegro, que se había convertido en un tremendo ejercicio de renuncia, en una especie de condena», señala. 

De momento, los albinegros, tras seis jornadas sin perder, están en puestos de promoción de ascenso a Segunda B. «Por ahora, la cosa va tan bien que ya empiezo a mosquearme, porque no puedo evitar pensar que tiene que haber truco», comenta. «El trauma vivido con el Castellón en el último lustro nos ha dejado ese tipo de secuela, que temo no curará hasta que se salga de Tercera. El Castellón debe ser de una vez fuente de ilusión y felicidad en lugar de fuente de angustias y depresiones», asevera el autor.

Llama la atenció la portada de la publicación, obra de Artur Galocha. Cabe preguntarse si acaso el Castellón es ese pájaro enjaulado, incapaz de huir y echar a volar. «Considero que captura muy bien la esencia del libro. En principio iba a publicarse la pasada primavera, con el Castellón al borde del abismo, y quizá por eso en algunos tramos destila un poso de amargura, sin perder nunca cierta esperanza, porque ese es el motor básico de un hincha», analiza Ballester.

Así, para aficionados al fútbol y a la buena literatura sólo queda disfrutar de «Infrafútbol» que ha permitido a su autor «aprender mucho porque he trabajado con gente de mucho talento, de fuera y también de Castelló, en lo sustancial y en los alrededores». Algo que le ha servido para colaborar con «Pau Bellido y Carme Ripollés, fotógrafos de ACF, que han hecho un trabajo estupendo, o con Micrea, de Adam Brenes y Dani Alonso, que han filmado en Castalia un «booktrailer» maravilloso. Me gusta que el Castellón, esa cosa a menudo tan despreciada, sea capaz de atraer y aglutinar la creatividad de personas a las que admiro».