Horas después de haber sumado un punto salvador en el Camp Nou (2-2) ante el campeón de la Liga, el Barcelona, que llegó a tener dos goles de ventaja, el deportivismo se dividió entre la terminal y el centro de la ciudad para brindar su apoyo al equipo.
El chárter del Deportivo aterrizó en Alvedro pasadas las doce y media de la noche y allí le esperaban unos doscientos aficionados dentro de la terminal y otros fuera de ella, donde entonaron el nombre de su entrenador, que saludó efusivamente a los seguidores.
El autobús del equipo coruñés se desplazó desde el aeropuerto hasta Cuatro Caminos y allí, a las 01:10 horas, fue recibido por medio millar de personas.
El bus, escoltado por la Policía Nacional dio una vuelta completa a la fuente y los jugadores y cuerpo técnico participaron de la celebración sin bajarse del vehículo, cantando y botando desde su interior, algunos con sus móviles enfocados hacia los aficionados.
Después de diez minutos, el Deportivo continuó su camino, que seguirá la próxima temporada en Primera División, categoría a la que regresó hace un año.
La fuente de Cuatro Caminos ya había sido epicentro de la fiesta del Deportivo a primera hora de la noche cuando concluyó el partido del Camp Nou, pero durante un par de horas quedó prácticamente vacía hasta que volvieron los aficionados para recibir al equipo.
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