Este miércoles en Mestalla, durante la disputa del partido de vuelta de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey entre el Valencia CF y el Leganés volvió a vivirse un triste episodio protagonizado por la afición valencianista. Entre los muchos problemas que afectan a la entidad de Mestalla en la actualidad, uno de los que más pesa es la desafección que siente la hinchada para con el club debido a muchas de las decisiones tomadas en los últimos tiempos. Una de ellas, la de limitar la entrada de los aficionados mayores de 30 años a la Grada Joven. Desde el inicio de la temporada, la Curva Nord ha protestado pues considera que esta es una situación totalmente injusta.
Así pues, este miércoles al igual que en muchos otros partidos, la Curva no quiso animar durante el transcurso del choque y sí lo hizo durante el tiempo de descanso a modo de protesta y desaprovación. Esta actitud pronto fue criticada por el resto de la grada de Mestalla que dedicó una sonora pitada. Minutos después, la Curva Nord demandó que cantase el estadio entero con uno de sus habituales cánticos y la respuesta volvió a sonar en forma de pitos. Mestalla no entiende que la Grada de animación no anime durante el partido ya que el equipo lo necesita y sí lo durante el descanso a modo de reivindicación.
Y es que parece que a perro flaco todo son pulgas. Si bien el equipo está en una complicadísima situación deportiva al borde de la zona de descenso y no ofrece ningún argumento para mirar al futuro con optimismo, las desavenencias entre aficionados, las cuales no permiten la unión total no son más que noticias negativas que van en perjuicio de la grave situación que vive el valencianismo.
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